Departamentos

Familia

Sandra Milena Rincón Remolina

Director(a) del departamento Familia, Iglesia El Jardín

Email: samirire2004@yahoo.com
Email asistente: adventistaseljardin@gmail.com


BIOGRAFÍA

Magister en Trabajo Social, Trabajadora Social, Docente Universitaria en Bucaramanga, servidora de Dios, con una hermosa Familia dispuesta a servir a Dios. Además funge en nuestra Iglesia como la Directora de Escuela Sabática.

DESCRIPCIÓN DEL DEPARTAMENTO

MISIÓN

El Departamento de Ministerios de la Familia busca fortalecer, inspirar esperanza y traer la curación a los matrimonios, familias y a individuos a través del amor abundante y gracia salvadora de Cristo Jesús.

VISIÓN

Preparar a familias para el Reino de Dios para ayudar a acelerar la venida de Cristo Jesús.

OBJETIVOS

Reconociendo la fuerza y el apoyo mutuos que la iglesia debe representar para el hogar y el hogar para la iglesia, si es que se va a convertir en una realidad la misión de la iglesia, el Departamento del Ministerio de la Familia ha adoptado los objetivos siguientes:

1. Proclamar el mensaje reanimador y restaurador del evangelio eterno dentro del contexto de la vida familiar. Cristo es y debe ser reconocido como el Salvador y Cabeza de cada hogar. En él, los miembros de la familia están en paz con Dios y los unos con los otros. Al acercarse a él, se acercan unos a otros en amor, espíritu de perdón, reconciliación, restauración y renovación.
2. Reafirmar y fortalecer a cada familia adventista como la unidad elemental dentro del discipulado. El propósito del Departamento del Ministerio de la Familia es que se logre una comprensión más profunda de la dimensión correlativa de ser y de hacer discípulos y el de fortalecer a los miembros de la familia para hacer discípulos dentro de la familia. Se ve a la pareja matrimonial como la unidad primaria de la familia. El departamento desea proveer a las parejas y a las familias acceso a oportunidades de educación, mejoramiento y orientación a fin de incrementar el desarrollo de las habilidades de vinculación armónica necesarias para la efectiva labor del discipulado mutuo y el crecimiento óptimo de un matrimonio cristiano, de las relaciones filiales y familiares en un círculo más amplio.
3. Capacitar a los padres y a las familias para incrementar las posibilidades de una transferencia exitosa de los valores adventistas a la siguiente generación. El Ministerio de la Familia produce materiales y provee oportunidades de aprendizaje dentro del marco de la iglesia y de la familia, diseñados para capacitar a los padres para que presenten en forma atractiva los valores bíblicos a los niños y jóvenes. El departamento estimula una atmósfera dentro de los hogares e iglesias, que promueve la formulación de preguntas y la discusión constante en relación con los valores y dogmas cristianos entre padres e hijos, jóvenes y adultos, dirigentes y miembros, en un esfuerzo por fomentar el desarrollo de una fe madura.
4. Crear una experiencia tipo “familia de Dios” en cada Iglesia Adventista del Séptimo Día. El Ministerio de la Familia fomenta una atmósfera en la que se respeta y celebra la diversidad dentro del contexto de la congregación y de la Iglesia mundial, reconociendo que tal unidad no se encuentra en la uniformidad, sino en Cristo, la Cabeza del cuerpo. Por medio de una entrega coparticipativa hacia un mensaje y misión comunes y una recíproca apertura, honestidad y vulnerabilidad con respecto a las relaciones entre unos y otros, la unidad que hemos encontrado en Cristo puede transformarse en una realidad viviente.
5. Facultar a las familias para una testificación atractiva. Aparte de la prioridad dada al hogar como el más importante campo misionero, el Ministerio de la Familia ayuda a las familias a descubrir y utilizar sus dones espirituales en la comunidad que les rodea. El departamento anima y capacita a las familias para relacionarse en forma atrayente con miembros de la familia que no son creyentes, entablar amistad con sus vecinos, compartir las buenas nuevas de la vida en Cristo y apoyar a través de sus oraciones, ofrendas y actos de servicio, los esfuerzos misioneros de la iglesia.

El diseño de la pareja se corresponde con el plan que Dios tuvo para el pleno desarrollo de sus integrantes. La Palabra de Dios nos indica: “Dijo Dios el Señor: No es bueno que el hombre esté solo” y después de crear a Adán, el Señor formó a Eva y los bendijo. De esta manera la primera pareja fue creada con varios propósitos específicos, entre ellos: Deshacer la soledad, profundizar en el desarrollo del carácter y de las habilidades sociales, interactuar con el medio ambiente y crear el núcleo perfecto para la multiplicación de la raza humana. El Señor formó a la familia conforme al diseño que Él tenía.

Han pasado muchos siglos desde aquella primera pareja y mucho han cambiado la humanidad y los propósitos de la familia. El relativismo, el materialismo y la pérdida de valores, hacen tambalear nuestra sociedad y hay cada vez más familias que se ven envueltas en problemas internos de difícil solución. Frecuentemente se carece de las herramientas necesarias para resolver los problemas del día a día, por ello, las personas que más nos quieren, a las que más queremos y que también son las más cercanas, sufren las consecuencias.

Es el propósito de este departamento colaborar con cada componente de las familias en sus diversas situaciones: Restaurar valores, promover la reconciliación de las relaciones deterioradas, ayudar a los que resultan heridos por las alteraciones producidas en su seno, e impulsar el conocimiento de las habilidades sociales y de los principios que rigen la convivencia familiar, todo ello con el sano objetivo de que sus vidas sean más significativas y felices.

Ministerio de la Familia tiene como base los principios cristianos presentados en la Biblia que se proyectan como ideales para quienes desean seguir a Jesús. Donde se practican estos principios aparecen la comprensión, el respeto mutuo, el amor sincero, el entendimiento entre generaciones, la reconciliación, el equilibrio familiar y las diversas características que se desean en todo hogar y en toda sociedad.

Es nuestro sincero deseo que todas las familias vivan llenas de equilibrio y propósito,  donde cada uno de sus componentes tengan el desarrollo adecuado y se encuentren plenamente integrados.
Además, procuramos brindar espacio de integración familiar y propender al mejoramiento del Culto Devocional Familiar dentro de nuestra Iglesia.



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Las creencias adventistas tienen el propósito de impregnar toda la vida. Surgen a partir de escrituras que presentan un retrato convincente de Dios, y nos invitan a explorar, experimentar y conocer a Aquel que desea restaurarnos a la plenitud.

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