Pastor

No puedo quejarme, mi vida es simplemente el resultado de la dirección de Dios. Para fundamentar esa idea, permíteme conducirte por lo que llamaré “mi bosquejo de vida”.

Nací en un hogar cristiano, hijo de Daniel y Rosiris, y hermano mayor de Dammy Luz y Diliney, mi vida inició con un concepto claro del significado de la familia. En el hogar paterno, crecimos con limitaciones económicas, pero ninguna que nos alejara del goce de la unidad y la belleza de la vida, pues en casa, siempre disfrutamos de la buena comida, la buena disciplina y el compañerismo.

Mi infancia estuvo marcada por el ejemplo de una madre de principios, una mujer de oración, quien dedicada al hogar nos formó en la vida espiritual y disciplina académica. De niño, ella siempre estuvo allí para nosotros. En múltiples ocasiones me salvó de la muerte, en otras, sus tiernas caricias moldearon mi carácter tosco. Ella dice aun estar unida a mí por el cordón umbilical de la oración. Esa es mi madre.

Mi padre. Hablar de él es todo un honor; sus hábitos de trabajo, su entrega por el servicio, su vida descomplicada y dedicada al trabajo duro; un modelo personal, un ejemplo de liderazgo paternal y eclesiástico. Su permanente liderazgo, moldeó mi infancia, pues, como se lo dije con tan solo 8 años “él era mi compañero”. Pasó de ser un vendedor de la calle, a un influyente empresario con muchas relaciones públicas y un amplio espectro de liderazgo eclesiástico en la Asociación del Atlántico, Distrito de La Paz, donde nací y me crie, y donde aún él vive, sirviendo a Dios con su profesión de electricista, su estilo de vida de dedicación a la iglesia y su influencia como el “padre y orientador” de toda su familia paterna (que asciende a más de 40 personas).

Pasé de estudiar en una escuela adventista a colegios no religiosos y junto a mis hermanas terminamos allí gracias a las becas académicas totales por el buen rendimiento escolar, terminando nuestra secundaria antes de los 16 años, cosa extraña en nosotros como jóvenes, dado el promedio de la edad de graduación en Colombia.

En mis estudios universitarios siempre trabajé; de forma alterna realicé trabajos como administrador de empresas, operario de empaque de alimentos, diseñador gráfico, revisor de proyectos de la División de Investigaciones y Posgrados (DIP) de la Universidad, mantenimiento general, entre otras. Esto, fue parte de mi formación profesional que me llevó a amar la investigación, la tecnología, el trabajo duro y el servicio comunitario debido a la experiencia de haber sido misionero en una selva de Colombia por unos días y haber compartido 3 años con un misionero voluntario de Jamaica. El Dr Donald Kelly (Neuroendocrinólogo de Oxford), quien ya retirado, dedicaba su vida como misionero de tiempo completo en Sierra Leona, me enseñó el poco inglés que hablo y fijó mi pasión por los proyectos de desarrollo.

Hoy, como Licenciado en Teología (de la UNAC, Colombia), y como hermano de dos esposas de pastores, he vivido hermosas experiencias en la educación, en la capellanía, en la administración de iglesias y en el desarrollo de decenas de proyectos de gran impacto comunitario con la juventud y la iglesia.

Pero nada de esto sería completo sin la mujer que mueve mis emociones más profundas, y me refiero a la hermosa Joyce González, quien es mi esposa y con quien llevamos a la fecha tres años y cinco meses de casados (Bucaramanga, Colombia, Enero 2014). Esta cartagenera me mueve el piso, me enamora y espero seguir estableciendo nuevas metas y propósitos con ella, hasta llegar donde Dios tenga para mí el lugar de descanso: “en el nunca más allá”, pues espero que las fuerzas me alcancen para nunca detenerme en conocer, aprender y servir junto a ella y mis futuros hijos, a Dios por quien vivo. 

 Foto Pastor y Esposa

Actualmente, curso estudios de Maestría con la Universidad Adventista de Andrews en la Sede de República Dominicana para ampliar el espectro personal de servicio.

Mi misión es “servir a la humanidad, desarrollar mi liderazgo de acuerdo al modelo de Cristo y guiar a mi familia y a todos cuanto pueda hacia Él”. En mi propósito de vida quiero acuñar una frase personal, como descripción de vida: “el servicio es mi meta, el camino es la excelencia”.